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Viajes

7 imprescindibles de Luxemburgo, el único Gran Ducado que queda en el mundo

maria escribano
02/12/2025 17:35:00

La estratégica ubicación de Luxemburgo, entre Alemania, Francia y Bélgica, lo convirtió en uno de los lugares más importantes del continente europeo desde el siglo XVI y también en uno de los más fortificados. Prueba de ello son, por ejemplo, las casamatas del Bock y del Pétrusse, ambas en la capital del país homónimo que, aunque han tenido diversos usos a lo largo de la historia, actuaron como refugios durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y hoy pueden visitarse.

En ellas y otros enclaves se pueden ver las huellas que dejaron en la ciudad desde los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico hasta los reyes de España sin olvidar su historia más reciente como miembro fundador de la Unión Europea.

La Catedral de Santa María fue originalmente una iglesia jesuita, cuya primera piedra fue colocada en 1613. Es un notable ejemplo del estilo gótico tardío, con componentes y ornamentos inspirados en el estilo renacentista.

Un ejemplo vivo de la importancia de las fortificaciones en la ciudad, y uno de los motivos por los que fue incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1994, son estas tres torres, cuya parte central data de la época del segundo anillo de fortificación (probablemente alrededor del año 1200), mientras que dos torres circulares laterales se añadieron en el siglo XIV.

La residencia oficial de la familia ducal fue en su origen el ayuntamiento de la ciudad. Fue desde 1890 cuando empezó a albergar a los miembros de la gran familia ducal. Durante los meses de verano hay visitas guiadas que recorren el despacho del Gran Duque, el comedor y el Salón de los Reyes, entre otros.

En lo alto de este obelisco de granito de 21 metros en memoria de los soldados luxemburgueses muertos en la Primera Guerra Mundial se alza la estatua de una mujer en bronce dorado, la Gëlle Fra, que sostiene una corona de laurel. El monumento, ubicado en la plaza de la Constitución, fue diseñado por Claus Cito, destruido durante la Segunda Guerra Mundial y reconstruido posteriormente.

Hoy alberga un museo, pero en su día fue una obra defensiva construida en 1732 y que fue demolida casi en su totalidad entre 1870 y 1874. Solo quedaron de los elementos originales las tres torres (llamadas las tres bellotas porque están rematadas con ellas en sus puntas) y parte de los cimientos de una parte del fuerte.

También llamado Puente Nuevo, se construyó entre 1900 y 1903 durante el reinado del Gran Duque Adolfo. En su día contaba con el arco de piedra más grande del mundo hasta entonces: a una altura de 42 metros y con longitud total de 153.

Diseñada por el arquitecto francés Christian de Portzamparc en 2005, la Filarmónica es uno de los edificios más llamativos de la Place de l’Europe. Sus 823 columnas de acero blanco albergan tres salas de conciertos.

por Viajar