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Animales

¿Los elefantes marinos recuerdan a sus rivales? Un estudio revela memoria auditiva asombrosa

Diego Tudares
02/12/2025 05:30:00

Los elefantes marinos (Mirounga angustirostris) suelen ser retratados como colosos impulsados por sus dimensiones y ferocidad. Sin embargo, la investigación liderada por Caroline Casey, científica de la Universidad de California en Santa Cruz (UCSC), presenta una faceta poco conocida: la capacidad de recordar la identidad acústica de sus adversarios.

Este hallazgo redefine la comprensión de la jerarquía en estos mamíferos marinos, lo que sugiriere que la dominancia no se construye únicamente con tamaño y agresividad, sino también con memoria social y reconocimiento individual.

La investigación se basa en un rasgo clave de los elefantes marinos: los machos regresan año tras año al mismo lugar de apareamiento, como la isla Año Nuevo frente a la costa de California. Este patrón permite que los enfrentamientos ocurran entre individuos ya conocidos. Tal continuidad territorial abrió una pregunta esencial para el equipo: ¿recordaban los machos a sus rivales de temporadas previas?

Casey lo resumió así: “Los elefantes marinos machos vuelven exactamente al mismo lugar de reproducción cada año y se enfrentan en interacciones competitivas con numerosos individuos conocidos. Entonces tendría sentido que mantuvieran algún recuerdo de rivales pasados a lo largo de varias temporadas”.

El equipo diseñó una metodología ingeniosa: la reproducción de llamadas grabadas. Cada temporada de apareamiento, cuando los machos regresaban a la isla, los investigadores les reproducían sonidos de individuos registrados el año anterior.

Las grabaciones correspondían a tres tipos: rivales dominantes conocidos (aquellos que habían vencido al macho), rivales subordinados conocidos (machos a los que el individuo había superado) y machos totalmente desconocidos, grabados en otras colonias. Esta estructura experimental permitió aislar un factor clave: la memoria del individuo, no solo la reacción al ruido.

La respuesta de los elefantes marinos fue inequívoca: cuando escuchaban a su antiguo rival dominante, giraban la cabeza más rápido hacia el sonido, adoptaban una postura defensiva con mayor velocidad y, en muchos casos, se retiraban del altavoz, evitando un potencial conflicto.

“Cuando los machos escuchaban a su rival dominante más familiar del año pasado, tendían a orientarse más rápido, cambiar de postura con mayor rapidez y, a menudo, a retirarse del altavoz”, explicó Casey.

En contraste, ante los rivales subordinados, las respuestas eran menos intensas: algunos incluso se aproximaban al altavoz, como si percibieran una oportunidad de reafirmar la dominancia. Sus respuestas fueron menos severas cuando se les presentaba el rival subordinado de la temporada anterior, y a veces incluso se acercaban al altavoz.

Finalmente, las llamadas desconocidas casi no provocaron reacción: ni amenaza ni huida, lo que descarta que los machos respondan genéricamente a cualquier rugido y confirma el reconocimiento individual.

Qué nos dicen estos resultados sobre la cognición animal

El hallazgo se alinea con un creciente cuerpo de estudios que muestran que animales sociales —cetáceos, primates, aves— desarrollan memorias de largo plazo basadas en señales acústicas. En el caso de los elefantes marinos, la voz tiene un valor crítico: determina el estatus, previene peleas innecesarias y evita riesgos físicos severos.

Recordar a un rival fuerte permite no repetir batallas perdidas; reconocer a un subordinado evita gastar energía innecesaria. En un sistema competitivo donde el éxito reproductivo depende de conservar energía y evitar lesiones, la memoria vocal constituye una ventaja evolutiva concreta.

El equipo planea ahora vincular la memoria social con el éxito reproductivo. “Estamos trabajando en un proyecto que evalúa los rasgos que conducen al éxito reproductivo eventual en los elefantes marinos machos. En esencia, ¿qué se necesita para convertirse en un elefante marino alfa?”, agregó Casey.

Esa pregunta no apunta solo a fuerza física. El objetivo es medir conducta, fisiología y estrategia social, relacionándolas con la cantidad real de descendencia generada por cada individuo. @mundiario

por KaiK.ai