
Por segunda vez en 2025, los arroceros colombianos han llevado su descontento del campo a las calles: el 14 de julio, agricultores y productores de siete departamentos iniciaron un paro indefinido, con bloqueos de carreteras, para exigir que el Gobierno en Bogotá cumpla el acuerdo que se había logrado tras una primera huelga en marzo pasado.
Los arroceros alertan de una crisis del sector relacionado con las importaciones del grano blanco y los bajos precios que se les estarían imponiendo a los productores locales.
Arroz, pilar de la dieta diaria
¿Cuán importante es este alimento en el país sudamericano?
"El arroz se ha consolidado como un pilar fundamental de la dieta diaria de los colombianos", asegura la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), y detalla que, en 2023, más del 98 por ciento de los hogares consumieron este cereal, equivalente a unos 46 kilogramos per cápita.
"Es muy importante en la dieta de los colombianos de bajos ingresos y departamentos con mayor índice de pobreza. Después del maíz, es el cereal de mayor consumo per cápita", observa, al respecto, Indalecio Dangond, consultor en crédito de fomento agropecuario.
De acuerdo con la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce), en 2024, se consumieron 8 millones de toneladas de maíz amarrillo y 3 millones de toneladas de arroz. En cuanto a los demás cereales, se consumieron 2,5 millones de toneladas de soja; 2 millones de toneladas de trigo; 1 millón de toneladas de maíz blanco y 150.000 toneladas de frijol.
Sobreoferta e importaciones
El consultor Dangond explica a DW que la caída del precio del arroz obedece a una sobreoferta temporal, por la cosecha en determinados meses del año, así como las importaciones desde Estados Unidos y Ecuador. Además, el arroz que entra de contrabando por la frontera con Ecuador representa otro problema.
Por otro lado, "Colombia no exporta arroz, porque no es competitivo en comparación con otros países de la región", agrega el experto.
"En este momento, el agricultor está vendiendo su arroz a pérdida, el precio está por debajo de los costos de producción", dice a DW Rafael Hernández, gerente general de Fedearroz.
El principal reto de los arroceros es conseguir la competitividad del producto frente a los mercados internacionales, sostiene Hernández: "Estamos trabajando con el programa AMTEC, de adopción masiva de tecnología, y quienes lo están poniendo en práctica ya logran producir por debajo del costo de Estados Unidos, que es el mercado que más compite con nosotros en virtud del tratado de libre comercio que se firmó en 2012".
Dinámica productiva repetitiva
Tras la pandemia de COVID-19, las zonas productoras de arroz vivieron precios altos. En cambio, "en el primer semestre de 2025 se ha presentado una caída nominal por encima del 20 por ciento promedio con respecto al mismo periodo de 2024", apunta, por su parte, Álvaro Andrés Pulido, Investigador del Centro de Estudios e Investigaciones Rurales (CEIR) de la Universidad de La Salle.
En entrevista con DW, Pulido destaca una dinámica productiva repetitiva en la que escenarios de altos precios han llevado a una mayor siembra. Sin embargo, la resultante sobreoferta provoca una caída de los precios, seguida de solicitudes de subsidios y apoyos.
"La problemática que expresan los arroceros es que ellos asumen los riesgos del cultivo, asociados a pérdidas de la cosecha por sequía o exceso de lluvia, así como la volatilidad de los precios. Adicionalmente, piden al Gobierno un precio regulado, así como subsidios a la producción", observa el académico.

Retos y soluciones
Eliecer Díaz, docente de la Universidad Nacional de Colombia, resume para DW los principales retos en la producción arrocera colombiana: "Baja rentabilidad por precios por debajo de los costos de producción, competencia desleal de importaciones y contrabando, altos costos de producción, el impacto de la variabilidad y cambio climático sobre áreas cultivables y suelos, y la tensión social derivada de incumplimientos de políticas públicas, y conflicto armado".
En su opinión, para "superar estos obstáculos, se requieren acciones coordinadas que incluyan apoyo estatal, políticas de regulación comercial, una gestión integrada del riesgo y fortalecimiento de la cadena productiva nacional para garantizar la sostenibilidad del sector".
A su vez, el consultor Indalecio Dangond destaca la importancia de "ordenar la producción durante los 12 meses del año en zonas con condiciones aptas de clima, rotación de cultivos, mecanización y buenas prácticas agrícolas, para producir más con menos".
Para ello, prosigue, se debe mantener un equilibrio en la oferta del grano durante el año y distribuir en varios meses la entrada de los contingentes de importación de arroz.
Finalmente, para entender la urgencia de superar la crisis del sector arrocero, Eliecer Díaz recuerda que "el arroz es uno de los alimentos más representativos en todas las regiones del país y pilar de la seguridad y soberanía alimentaria".
(elm)